Cánceres ginecológicos
Cáncer Cervicouterino
El cáncer de cuello uterino o cáncer cervical se origina en las células que revisten el cuello uterino, la parte inferior del útero (matriz). El cuello uterino es la porción final, inferior y estrecha del útero (matriz) que conecta el útero con la vagina (canal del parto). Por lo general, se trata de un cáncer que se forma de manera lenta a lo largo del tiempo.

Figura. Anatomía del aparato reproductor femenino. Los órganos del aparato reproductor femenino incluyen el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino y la vagina. El útero tiene una capa muscular externa llamada miometrio y una capa de tejido interno llamada endometrio.
Antes de que se forme el cáncer, las células del cuello del útero sufre cambios conocidos como displasia y se convierten en células anormales en el tejido del cuello uterino. Con el tiempo, si las células anormales no se destruyen o se quitan, es posible que se vuelvan cancerosas, se multipliquen y se diseminen a partes más profundas del cuello uterino y a las áreas que lo rodean.
Se nombran dependiendo del tipo de célula donde comenzó el cáncer.
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Carcinoma de células escamosas
Representan hasta el 80 % de los cánceres de cuello uterino. También se conocen como carcinomas epidermoides. El carcinoma de células escamosas comienza en las células delgadas y planas que recubren el cuello uterino.
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Adenocarcinoma
Los adenocarcinomas de cuello uterino son el segundo tipo más común. El adenocarcinoma comienza en las células cervicales que producen moco y otros líquidos.
Otros tipos menos frecuentes incluyen el carcinoma adenoescamoso, los tumores neuroendocrinos y el carcinoma indiferenciado
El cáncer de cuello uterino casi siempre es causado por la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), se ha detectado el VPH en el 99% de los tumores del cuello uterino, en particular los subtipos 16 y 18, que se cree que causan el 70% de los casos de cáncer de cuello uterino.
El VPH es muy común y la mayoría de las personas sexualmente activas entran en contacto con el virus durante su vida. En la mayoría de las personas, el virus no causa daño y se soluciona sin tratamiento. Algunos pueden causar verrugas genitales, y la infección prolongada con un VPH de alto riesgo puede causar alteraciones que pueden llegar a convertirse en cáncer de cuello uterino.
Algunos otros factores de riesgo que se han asociado para el desarrollo de cáncer cervicouterino son:
- Infección persistente por VPH de alto riesgo
- Fumar
- Tener un sistema inmunitario débil o comprometido
- Presencia de otras infecciones de transmisión sexual junto al VPH
- Uso de píldora anticonceptiva
- Cáncer previo de vagina, vulva, riñón o del tracto urinario
La prevención del cáncer de cuello uterino es posible mediante la vacunación contra el VPH y el tamizaje cervical
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Vacunación contra el VPH
Actualmente se dispone de vacunas contra el VPH, las cuales proporcionan protección contra el VPH 16 y el VPH 18. La vacunación disminuye la incidencia de anormalidades cervicales de alto grado y reduce la prevalencia de los tipos de VPH a los que se dirigen las vacunas. En nuestro país, la vacuna es gratuita para niñas de 11 años no escolarizadas o que se encuentran en quinto grado de primaria.
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Tamizaje
consiste en tomar una muestra de células del cuello uterino para comprobar si hay marcadores de cáncer de cuello uterino. La prueba de Papanicolaou (Pap), analiza la presencia de anormalidades en las muestras cervicales, con lo que ha reducido la tasa de incidencia y mortalidad del cáncer de cuello uterino. Otra opción es la prueba de detección del ADN del VPH, esta prueba examina las células para encontrar infecciones por los tipos de VPH de riesgo alto que a veces causan cáncer de cuello uterino. La prueba conjunta de Pap y del VPH, es una combinación de las dos pruebas para detectar los tipos de VPH de riesgo alto y los cambios en las células del cuello uterino.
Es importante acudir con su médico o clínica más cercan para más información. Así como para saber de acuerdo con su edad, la opción adecuada para la vacunación contra el VPH y la prueba de tamizaje que debe realizarse; así como para la correcta interpretación de sus resultados.
El cáncer de cuello uterino cuando comienza a formarse por lo general no causa síntomas, lo que complica su detección. Con frecuencia, los síntomas inician después de que el cáncer se disemina.
Algunos síntomas que se pueden observar son:
- Sangrado vaginal anormal entre períodos menstruales o durante/después de mantener relaciones sexuales o hacer ejercicio.
- Dolor pélvico.
- Secreción vaginal.
- Dolor o incomodidad durante el sexo.
En casos de cáncer de cuello uterino en estadio avanzado se pueden agregar otros síntomas como:
- Dificultad o dolor al evacuar, o sangrado del recto con las evacuaciones intestinales.
- Dificultad o dolor al orinar, o sangre en la orina.
- Hinchazón de las piernas.
- Dolor en el abdomen.
Es importante acudir a su médico si presenta alguno de estos síntomas. Sin embargo, es importante recordar que estos síntomas son comunes y también pueden estar causados por otras afecciones distintas al cáncer de cuello uterino.
Los siguientes procedimientos se usan para diagnosticar el cáncer de cuello uterino:
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Examen clínico
su médico examinará su cuello uterino y su vagina y comprobará si hay anormalidades.
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Colposcopia
es un examen que permite a los médicos observar el cuello uterino detalladamente, utilizando una lupa grande. Consiste en la colocación de un espéculo (instrumento médico que se usa para separar las paredes de la vagina y examinar su interior), para abrirla con delicadeza y observar el cuello uterino.
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Biopsia
se obtiene una pequeña muestra de tejido del cuello uterino para que un patólogo lo observe al microscopio y determine si hay la presencia de células cancerosas.
Durante la consulta médica puede obtener más información sobre lo que ocurre durante una biopsia y después de esta. Algunas personas tienen sangrado o secreción después de una biopsia. Otras sienten dolor en el abdomen, parecido al de la menstruación.
Además del examen clínico, es posible usar las siguientes pruebas y procedimientos para determinar la extensión del cáncer de cuello uterino:
Pruebas con imágenes
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Radiografía del tórax
en esta prueba se toma una radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax (pecho). Un rayo X es un tipo de radiación de energía intensa que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra una imagen de áreas del interior del tórax.
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Pielograma intravenoso
Se trata de una radiografía del sistema urinario que se toma tras inyectar un medio de contraste especial en una vena. Este examen puede detectar cualquier área anormal en el tracto urinario causada por la diseminación del cáncer de cuello uterino.
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Tomografía computarizada
se toma una serie de imágenes de rayos X detalladas del interior del cuerpo desde diferentes ángulos. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere para que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara.
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Imágenes por resonancia magnética
en esta prueba se usan un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo.
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Tomografía por emisión de positrones (PET CT por sus siglas en inglés)
se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. El escáner de la PET CT rota alrededor del cuerpo y crea imágenes de los lugares del cuerpo que usan la glucosa. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
Examen visual
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Cistoscopia
en esta prueba se observa el interior de la vejiga y la uretra para detectar áreas anormales. Se introduce un cistoscopio a través de la uretra hasta la vejiga. El cistoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. A veces también tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio a fin de detectar signos de cáncer.
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Sigmoidoscopia
en esta prueba se observa el interior del recto y el colon sigmoide (inferior) para detectar áreas anormales. Se introduce un sigmoidoscopio a través del recto hasta el colon sigmoide. El sigmoidoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. A veces tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio a fin de detectar signos de cáncer.
Su tratamiento dependerá de la estadificación de su cáncer y de la evaluación del riesgo. El proceso que se usa para determinar la extensión del cáncer en el cuerpo se llama estadificación.
El estadio (etapa) describe la extensión del cáncer en el cuerpo, en especial indica si el cáncer se diseminó desde donde se formó a otras partes del cuerpo. Es importante saber en qué estadio está el cáncer de cuello uterino para planificar el mejor tratamiento.
La estadificación del cáncer se utiliza para describir su tamaño y posición y si se ha diseminado desde donde comenzó. En el caso del cáncer de cuello uterino, el sistema utilizado se denomina “sistema de estadificación FIGO” y el cáncer se estadifica mediante la evaluación del tamaño del tumor, su diseminación y la presencia de metástasis distantes.
ESTADIFICACIÓN DEL CÁNCER CERVICOUTERINO
ETAPA I: El tumor se limita al cuello uterino.
En el estadio I, se formó cáncer y se encuentra solo en el cuello uterino. Se divide en los estadios IA y IB según el tamaño del tumor y la profundidad a la que este se diseminó.
El estadio IA se subdivide según la profundidad a la que se disemina el tumor.
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Estadio IA1
se encuentra muy poco cáncer (solo se observa al microscopio) en el tejido del cuello uterino. El tumor se diseminó a una profundidad de 3 mm o menos.
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Estadio IA2
se encuentra muy poco cáncer (solo se observa al microscopio) en el tejido del cuello uterino. El tumor se diseminó a una profundidad de más de 3 mm, pero no más de 5 mm.

El estadio IB se subdivide según el tamaño del tumor y la profundidad a la que este se diseminó.


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Estadio IB1
el tumor mide 2 cm o menos y se diseminó a más de 5 mm de profundidad.
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Estadio IB2
el tumor mide más de 2 cm, pero no más de 4 cm.
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Estadio IB3
el tumor mide más de 4 cm.
ETAPA II: El tumor se diseminó a los dos tercios superiores de la vagina o al tejido que rodea el útero. A su vez se subdivide según hasta dónde se diseminó el cáncer.

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Estadio IIA
el cáncer se diseminó del cuello uterino a los dos tercios superiores de la vagina, pero no se diseminó al tejido que rodea el útero. El estadio IIA además se divide según el tamaño del tumor.
- Estadio IIA1: el tumor mide 4 cm o menos.
- Estadio IIA2: el tumor mide más de 4 cm.
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Estadio IIB
En casos menos frecuentes, también puede presentar estas mutaciones.
ETAPA III: El tumor involucra el tercio inferior de la vagina, o se extiende hasta la pared pélvica, causó problemas de riñón o afectó los ganglios linfáticos.
A su vez se subdivide según hasta dónde se diseminó el cáncer.

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Estadio IIIA
el cáncer se diseminó al tercio inferior de la vagina, pero no se diseminó a la pared pélvica.
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Estadio IIIB
en este estadio, se presenta una de las siguientes situaciones: El cáncer se diseminó a la pared pélvica; o el tumor se agrandó y obstruye uno o ambos uréteres, o hace que uno o ambos riñones se agranden o no funcionen.
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Estadio IIIC
se divide en los estadios IIIC1 y IIIC2, según la forma en que se diseminó el cáncer a los ganglios linfáticos.


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Estadio IIIC
se divide en los estadios IIIC1 y IIIC2, según la forma en que se diseminó el cáncer a los ganglios linfáticos.
ETAPA IV: El tumor se extiende más allá de la pelvis o ha afectado clínicamente a la mucosa de la vejiga y/o el recto; o a otras partes del cuerpo.
Se subdivide en los estadios IVA y IVB según a dónde se diseminó el cáncer.
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Estadio IVA
el cáncer se diseminó a órganos cercanos en la pelvis, como la vejiga o el recto.
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Estadio IVB
el cáncer se diseminó a otras partes del cuerpo, como el hígado, los pulmones, los huesos, o ganglios linfáticos lejanos.

Hay diferentes tipos de tratamiento para el cáncer de cuello uterino. El tratamiento dependerá del tamaño, localización y estadio del tumor, así como de su estado general de salud y su estado físico. Generalmente el plan de tratamiento suele incluir varias opciones. Si le preocupa cómo el tratamiento afectará la fertilidad, hable con el equipo de atención del cáncer antes de comenzar el tratamiento para saber qué sucederá.
Se podrá recibir uno o varios de los siguientes tratamientos del cáncer de cuello uterino.
CIRUGÍA
A veces se usa una cirugía (procedimiento u operación quirúrgica) para tratar el cáncer de cuello uterino. El tipo de cirugía depende del lugar donde se encuentra el cáncer. El objetivo de la cirugía del cáncer de cuello uterino es la extirpación de todas las células cancerosas. Esto puede incluir la conización (extirpación de una sección del cuello uterino en forma de cono), la histerectomía (en la que se extirpan completamente el útero y el cuello uterino) o una traquelectomía (que conserva el cuerpo del útero). Durante la cirugía del cáncer de cuello uterino puede que también se extirpen algunos ganglios linfáticos de la pelvis. La cirugía es la piedra angular del tratamiento del cáncer de cuello uterino en estadio temprano. Los siguientes tipos diferentes de histerectomía se usan para tratar el cáncer de cuello uterino:

QUIMIORRADIOTERAPIA
La quimiorradioterapia es una combinación de quimioterapia y radioterapia. La quimioterapia destruye las células cancerosas y la radioterapia utiliza radiación ionizante para dañar el ADN de las células cancerosas, causando su muerte. La quimiorradioterapia para el cáncer de cuello uterino consiste en la administración de radioterapia externa y/o radioterapia interna (braquiterapia) al mismo tiempo que se administra un ciclo de quimioterapia
RADIOTERAPIA
La radioterapia se utiliza para tratar a algunas pacientes con cáncer de cuello uterino localmente avanzado (como elemento de la quimiorradioterapia) y también se puede utilizar para tratar algunos síntomas de la enfermedad metastásica En la radioterapia, se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir su multiplicación al dañar su ADN. Los dos tipos principales de radioterapia son la radioterapia externa y la radioterapia interna (braquiterapia). Ambos tipos de radioterapia se usan para tratar el cáncer de cuello uterino. En ocasiones, se usan como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida en personas con cáncer de cuello uterino avanzado.
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Radioterapia externa
En este tipo de radioterapia, se usa una máquina que envía la radiación desde el exterior del cuerpo hacia el área en la que se encuentra el cáncer. También se llama radioterapia de haz externo.
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Radioterapia interna
En este tipo de radioterapia, se usa una sustancia radiactiva sellada en agujas, semillas, alambres o catéteres que se colocan directamente en el cáncer o cerca de este. También se llama braquiterapia.
QUIMIOTERAPIA
La quimioterapia se puede utilizar para tratar a algunas pacientes con cáncer de cuello uterino localmente avanzado y como tratamiento paliativo en la enfermedad metastásica.
En la quimioterapia, se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Se puede administrar sola o combinada con otros tratamientos. Es posible usar combinaciones de estos medicamentos.
TERAPIAS DIRIGIDAS
En la terapia dirigida, se usan medicamentos u otras sustancias que bloquean la acción de enzimas específicas, proteínas y otras moléculas que participan en la multiplicación y diseminación de células cancerosas.
Los efectos secundarios más frecuentes para cada tipo de tratamiento se destacan a continuación:
Cirugía
Después de la cirugía del cáncer de cuello uterino, puede que experimente sangrado vaginal (similar a un periodo menstrual leve), lo que puede durar de unos pocos días a unas pocas semanas. Algunas mujeres también padecen períodos menstruales irregulares o dolorosos después de la traquelectomía. Algunas mujeres experimentan problemas para vaciar la vejiga después de una traquelectomía o histerectomía radical y tienen que usar un catéter durante unas semanas. Es importante recobrar la fuerza del suelo pélvico después de la cirugía para prevenir efectos secundarios como la pérdida del control de la vejiga, la disminución de la satisfacción sexual y la fuerza abdominal deficiente.
Su médico podrán aconsejarla acerca de los ejercicios del suelo pélvico que puede realizar y cuándo deberá comenzar a realizarlos después de la cirugía.
Si nota cualquier signo de hinchazón o infección, comuníqueselo a su médico tan pronto como le sea posible.
Radioterapia
Los efectos secundarios comunes de la radioterapia incluyen fatiga, irritación de la piel, inflamación de la vejiga, sangrado vaginal, sequedad vaginal y diarrea. La radioterapia también puede causar linfedema y alteraciones permanentes en la piel, incluyendo endurecimiento de la piel y rotura de vasos sanguíneos. Los principales efectos secundarios asociados con la braquiterapia afectan al cuello uterino y a la pared de la vagina, provocando con mayor frecuencia irritación de la vagina y de la vulva, sequedad vaginal y la sensación de una vagina menos flexible y/o más corta.
Es importante consultar a su médico de sus síntomas, para ayudar a controlar los síntomas.
Quimioterapia
Los efectos secundarios de la quimioterapia varían en función de los fármacos y las dosis utilizadas. Las pacientes que reciben una combinación de diferentes medicamentos de quimioterapia son más propensas a experimentar más efectos secundarios que las que reciben un solo medicamento de quimioterapia.
Algunos de los efectos secundarios más comunes causados por la quimioterapia son: cansancio, caída del cabello, tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados, infección, anemia (recuentos bajos de glóbulos rojos), náuseas y vómitos, cambios en el apetito, estreñimiento, diarrea, problemas en boca, lengua y garganta como úlceras (llagas) y dolor al tragar, problemas en músculos y nervios como entumecimiento, hormigueo y dolor, cambios en la piel y las uñas, como sequedad y cambio de color, cambios urinarios y problemas renales, cambios en el peso, efecto del quimiocerebro que puede afectar la capacidad para concentrarse y enfocarse, cambios en el estado de ánimo, cambios en el deseo y la función sexual Y problemas de fertilidad
La mayoría de los efectos secundarios de la quimioterapia son temporales y pueden controlarse con medicamentos o a través de cambios en el estilo de vida. Su médico la ayudará a controlarlos.
Durante el tratamiento, se harán revisiones y pruebas de seguimiento. Es posible que se repitan algunas de las pruebas que se usaron para determinar el estadio del cáncer de cervicouterino; para saber si el tratamiento está funcionando, Los resultados de estas pruebas sirven para tomar decisiones sobre el tratamiento, si hay que continuarlo, interrumpirlo o cambiarlo.
Tras haberse completado el tratamiento, los médicos propondrán un seguimiento que consiste en consultas regulares que tienen el objetivo de: detectar una posible reaparición en una etapa temprana, evaluar complicaciones relacionadas con el tratamiento y tratarlas, proporcionar apoyo psicológico e información para mejorar su vuelta a la vida normal.
Las pacientes que tienen respuesta al tratamiento, por lo general necesitan hacerse pruebas de seguimiento cada 3 o 4 meses durante los primeros 2 años y luego a controles médicos cada 6 meses. Estos incluyen una revisión del estado de salud actual, un examen físico, la evaluación de signos y síntomas de cáncer de cuello uterino recidivante y la verificación de la presencia de efectos tardíos del tratamiento.
Bibliografía
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NOM-036-SSA2-2012, Prevención y control de enfermedades. Aplicación de vacunas, toxoides, faboterápicos (sueros) e inmunoglobulinas en el humano.
Cáncer de endometrio
El cáncer de endometrio es una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos que revisten el útero (órgano pequeño, hueco y con forma de pera situado en la pelvis de una mujer donde se desarrolla el feto.
El cáncer de endometrio se común en mujeres mayores de 50 años y por lo tanto después de la menopausia, pero hasta en el 25% de los casos puede producirse antes de la menopausia.

Figura. Anatomía del aparato reproductor femenino. Los órganos del aparato reproductor femenino incluyen el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino y la vagina. El útero tiene una capa muscular externa llamada miometrio y una capa de tejido interno llamada endometrio.
Existen distintos tipos de cáncer de endometrio.
Los principales tipos histológicos de cáncer de endometrio son: el carcinoma endometrioide (80%), el carcinoma papilar seroso* (5%-10%) y el carcinoma de células claras (aproximadamente un 1%).
El sarcoma uterino es otro tipo de cáncer que se forma en el cuerpo del útero. Se forma en el músculo del útero (miometrio) o en otros tejidos del útero.
El carcinosarcoma uterino es otro tipo de cáncer que se forma en el cuerpo del útero. Ahora se sabe que puede ser un tipo de cáncer de endometrio agresivo.
Actualmente no está claro por qué se produce el cáncer de endometrio, pero sí se han identificado algunos factores de riesgo. El hecho de tener un factor de riesgo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, pero eso no significa que se vaya a padecer cáncer seguro. De la misma forma, el hecho de no tener un factor de riesgo no significa que nunca se vaya a padecer cáncer.
Los factores de riesgo de cáncer de endometrio son los siguientes:
- La edad avanzada es el factor de riesgo más importante para la mayoría de los cánceres.
- Genes: las mujeres con síndrome de cáncer de colon no poliposo hereditario, también llamado CCNPH o síndrome de Lynch, tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de colon y de endometrio.
- Antecedentes familiares de cáncer de endometrio: tener historia familiar de cáncer de endometrio en una familiar de primer grado (madre, hija o hermana).
- Antecedentes personales de cáncer de mama o de ovarios: el riesgo también es
- elevado si la paciente ha sido tratada con tamoxifeno
- Antecedentes personales de ciertas enfermedades ginecológicas: como el síndrome del ovario poliquístico o hiperplasia de endometrio
- Exposición a estrógenos sin o con una cantidad insuficiente de progesterona
- Sobrepeso y obesidad
- Presentar síndrome metabólico.
- Tener diabetes tipo 2.
- Ausencia de embarazos
Algunos de los síntomas que se pueden presentar en pacientes con cáner de endometrio son:
- Sangrado o secreción vaginales no relacionados con la menstruación (períodos).
- Sangrado vaginal después de la menopausia.
- Dificultad o dolor al orinar.
- Dolor durante la relación sexual.
- Dolor en el área de la pelvis.
Es importante recordar que estos síntomas son comunes en personas que no tienen este padecimiento y que también pueden ser causados por otras enfermedades.
El diagnóstico de cáncer de endometrio se basa en los resultados de los siguientes exámenes y pruebas:
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Examen físico
Esto incluye un examen ginecológico para evaluar la localización y el volumen del tumor y si se ha extendido a otros órganos en la pelvis.
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Examen de ecografía transvaginal
procedimiento que se usa para examinar la vagina, útero, trompas de Falopio y vejiga. Se introduce una sonda en la vagina para estar más cerca del útero y examinar mejor.
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Histeroscopia
procedimiento que se utiliza para observar el interior del útero y determinar si hay áreas anormales. Se introduce un histeroscopio (instrumento delgado parecido a un tubo con una luz y una lente para observar) a través de la vagina y el cuello uterino hacia el útero. También puede tomar muestras de tejido y observarlas al microscopio en busca de signos de cáncer.
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Biopsia de endometrio
extracción de tejido del endometrio (revestimiento interno del útero) mediante la introducción de un tubo delgado y flexible a través del cuello uterino hacia el útero; para ser valorado por un patólogo y poder detectar si existen células cancerosas.
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Tomografía computarizada
procedimiento para el que se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo desde ángulos diferentes. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara.
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Tomografía por emisión de positrones (PET CT por sus siglas en inglés)
en este se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
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Resonancia magnética
procedimiento para el que se usan un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
Las opciones de tratamiento dependerán de los siguientes aspectos:
- Su tratamiento dependerá de la estadificación de su cáncer y de la evaluación del riesgo. El proceso que se usa para determinar la extensión del cáncer en el cuerpo se llama estadificación.
- El estadio del cáncer (si el cáncer está solo en el endometrio, afecta la pared del útero o se diseminó hasta otros lugares del cuerpo).
- El aspecto de las células cancerosas al microscopio.
- Si la progesterona afecta las células cancerosas.
El proceso que se utiliza para determinar si el cáncer se diseminó dentro del órgano o a otras partes del cuerpo se llama estadificación. El estadio (etapa) describe la extensión del cáncer en el cuerpo, en especial indica si el cáncer se diseminó desde donde se formó a otras partes del cuerpo. Es importante saber en qué estadio está el cáncer de cuello uterino para planificar el mejor tratamiento.
La estadificación del cáncer de endometrio es la siguiente:
Estadio I: el tumor se encuentra solamente en el útero.
El estadio I se divide en los estadios IA y IB, según la distancia a la que se diseminó el cáncer.
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Estadio IA
el tumor está solamente en el endometrio o afecta menos de la mitad del grosor del miometrio (capa muscular del útero).
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Estadio IB
el tumor se diseminó a la mitad o más del miometrio.

Estadio II: el tumor se diseminó hacia el tejido conjuntivo del cuello uterino, pero no se diseminó afuera del útero.
Estadio III: el tumor se diseminó más allá del útero y el cuello uterino, pero no se diseminó más allá de la pelvis.
Se divide en los estadios IIIA, IIIB y IIIC, según la distancia a la que se diseminó el cáncer dentro de la pelvis.



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Estadio IIIA
el tumor se diseminó a la capa más externa del útero o a las trompas de Falopio, los ovarios y los ligamentos del útero.
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Estadio IIIB
el tumor se diseminó a la vagina o el parametrio (tejido conjuntivo y grasa que rodean el útero).
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Estadio IIIC
el tumor se diseminó a los ganglios linfáticos de la pelvis o a los que rodean la aorta (la arteria más grande del cuerpo que lleva la sangre del corazón al resto del cuerpo).
Estadio IV: el tumor se diseminó más allá de la pelvis.
Se divide en estadios IVA y IVB, según la distancia a la que se diseminó el cáncer.


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Estadio IVA
el tumor se diseminó a la vejiga o la pared de los intestinos.
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Estadio IVB
el tumor se diseminó a otras partes del cuerpo más allá de la pelvis, incluso el abdomen o los ganglios linfáticos de la ingle.
Hay diferentes tipos de tratamientos para las pacientes de cáncer de endometrio.
Se utilizan cinco tipos de tratamiento estándar: Cirugía, Radioterapia, Quimioterapia, Terapia con hormonas y Terapia dirigida
Cirugía
La cirugía (extirpación del cáncer durante una operación) es el tratamiento más común para el cáncer de endometrio.
La mayoría de las pacientes se someten a cirugía para extirpar la mayor cantidad posible de tumor. La cirugía es la piedra angular del tratamiento del cáncer de endometrio. Pueden utilizarse los siguientes procedimientos quirúrgicos:

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Histerectomía
cirugía para extirpar el útero y, algunas veces, el cuello uterino. Cuando solo se extirpa el cuerpo del útero, se llama histerectomía parcial. Cuando se extirpan el cuerpo del útero y el cuello uterino, se llama histerectomía total.
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Salpingooforectomía bilateral
cirugía para extirpar ambos ovarios y ambas trompas de Falopio.
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Histerectomía radical
cirugía para extirpar el útero, el cuello del útero y parte de la vagina. También se pueden extirpar los ovarios, las trompas de Falopio y los ganglios linfáticos cercanos.
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Linfadenectomía
procedimiento de cirugía mediante el que se extirpan ganglios linfáticos del área pélvica y se observa una muestra de tejido al microscopio para verificar si hay signos de cáncer.
El tratamiento administrado después de la cirugía para disminuir el riesgo de que el cáncer vuelva se llama terapia adyuvante. Es posible que algunos pacientes reciban radioterapia o terapia con hormonas después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que quede.
Radioterapia
En la radioterapia, se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir su multiplicación al dañar su ADN. Los dos tipos principales de radioterapia son la radioterapia externa y la radioterapia interna (braquiterapia). Ambos tipos de radioterapia se usan para tratar el cáncer de endometrio.
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Radioterapia externa
En este tipo de radioterapia, se usa una máquina que envía la radiación desde el exterior del cuerpo hacia el área en la que se encuentra el cáncer. También se llama radioterapia de haz externo.
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Radioterapia interna
En este tipo de radioterapia, se usa una sustancia radiactiva sellada en agujas, semillas, alambres o catéteres que se colocan directamente en el cáncer o cerca de este. También se llama braquiterapia.
Quimioterapia
En la quimioterapia, se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Se puede administrar sola o combinada con otros tratamientos. Es posible usar combinaciones de estos medicamentos.
La forma de administración de la quimioterapia depende del tipo y el estadio del cáncer que se esté tratando. La quimioterapia se usa para tratar el cáncer de endometrio y también se pueden usar como terapia paliativa para aliviar síntomas y mejorar la calidad de vida.
Terapia con hormonas
La terapia con hormonas es un tratamiento del cáncer que elimina o bloquea la acción de las hormonas e interrumpe el crecimiento de las células cancerosas. Las hormonas son sustancias elaboradas por las glándulas del cuerpo y circulan por el torrente sanguíneo. Algunas hormonas causan el crecimiento de ciertos cánceres. Si las pruebas revelan que las células cancerosas ofrecen sitios donde las hormonas se pueden adherir (receptores) se utilizan medicamentos para reducir la producción de hormonas o impedir que funcionen.
Se recomienda el uso de hormonoterapia exclusivamente para tumores endometrioides. Implica el uso de fármacos que contienen la hormona progesterona.
Terapia dirigida
En la terapia dirigida, se usan medicamentos u otras sustancias que bloquean la acción de enzimas específicas, proteínas y otras moléculas que participan en la multiplicación y diseminación de células cancerosas.
Los efectos secundarios más frecuentes para cada tipo de tratamiento se destacan a continuación:
Cirugía
Someterse a una histerectomía también aumenta el riesgo de incontinencia urinaria y prolapso vaginal años después de la intervención quirúrgica, porque puede dañar o debilitar los músculos de soporte del suelo pélvico.
Cuando se extirpan los ganglios linfáticos en la pelvis y a lo largo de la aorta, puede dañarse o bloquearse el sistema linfático, lo cual resulta en linfedema, un trastorno en el que se acumula líquido linfático en las piernas y se produce hinchazón en ellas.
Las mujeres que se someten a la operación antes de la menopausia sufrirán síntomas menopáusicos (sofocos, cambios súbitos de humor, los sudores nocturnos, la sequedad vaginal y los problemas para concentrarse), después de la operación por la extirpación de los ovarios.
Radioterapia
Los efectos secundarios se deben principalmente a la irradiación de los órganos que rodean el útero. Los efectos de la radiación en el tracto urinario incluyen micción dolorosa, espasmo vesical que tiene como resultado la necesidad urgente de orinar, presencia de sangre en la orina, obstrucción del tracto urinario, y ulceración o necrosis de la mucosa que recubre la vejiga. Los efectos de la radiación en el tracto digestivo inferior incluyen molestia rectal, diarrea, secreción rectal con moco y sangre, y raramente perforación de los intestinos. El estrechamiento vaginal es otro efecto posterior posible de la radioterapia pélvica
Quimioterapia
Los efectos secundarios de la quimioterapia varían en función de los fármacos y las dosis utilizadas. Las pacientes que reciben una combinación de diferentes medicamentos de quimioterapia son más propensas a experimentar más efectos secundarios que las que reciben un solo medicamento de quimioterapia.
Algunos de los efectos secundarios más comunes causados por la quimioterapia son: cansancio, caída del cabello, tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados, infección, anemia (recuentos bajos de glóbulos rojos), náuseas y vómitos, cambios en el apetito, estreñimiento, diarrea, problemas en boca, lengua y garganta como úlceras (llagas) y dolor al tragar, problemas en músculos y nervios como entumecimiento, hormigueo y dolor, cambios en la piel y las uñas, como sequedad y cambio de color, cambios urinarios y problemas renales, cambios en el peso, efecto del quimiocerebro que puede afectar la capacidad para concentrarse y enfocarse, cambios en el estado de ánimo, cambios en el deseo y la función sexual Y problemas de fertilidad
La mayoría de los efectos secundarios de la quimioterapia son temporales y pueden controlarse con medicamentos o a través de cambios en el estilo de vida. Su médico la ayudará a controlarlos.
Hormonoterapia
Algunos efectos secundarios son: cefaleas, náuseas o dolor en los senos; o más intensos, como coágulos sanguíneos en una vena de la pierna (trombosis venosa profunda*), coágulos sanguíneos en los pulmones (embolia pulmonar), problemas cardíacos, ictus o hemorragia vaginal.
Durante el tratamiento, se harán revisiones y pruebas de seguimiento. Es posible que se repitan algunas de las pruebas que se usaron para determinar el estadio del cáncer de cervicouterino; para saber si el tratamiento está funcionando, Los resultados de estas pruebas sirven para tomar decisiones sobre el tratamiento, si hay que continuarlo, interrumpirlo o cambiarlo.
Tras haberse completado el tratamiento, los médicos propondrán un seguimiento que consiste en consultas regulares que tienen el objetivo de: detectar una posible reaparición en una etapa temprana, evaluar complicaciones relacionadas con el tratamiento y tratarlas, proporcionar apoyo psicológico e información para mejorar su vuelta a la vida normal.
Las pacientes que tienen respuesta al tratamiento, por lo general necesitan hacerse pruebas de seguimiento cada 3 o 4 meses durante los primeros 2 años y luego a controles médicos cada 6 meses. Durante estas citas, lo normal será que se le realicen un examen clínico y estudios de imagen.
Bibliografía
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National Comprehensive Cancer Network. Endometrial Cancer (NCCN Guidelines for patients) https://www.nccn.org/patients/guidelines/content/PDF/uterine-patient.pdf Accessed Jan 25, 2025.
Cáncer de ovario
El cáncer epitelial de ovario es un tipo de cáncer que afecta el ovario. El cáncer de ovario se forma a partir de las células en los ovarios o las trompas de Falopio que han crecido anormalmente y se han multiplicado para formar un tumor. El tipo más común de cáncer de ovario, se llama cáncer epitelial de ovario. Los datos que se proporcionan son exclusivamente del cáncer epitelial de ovario.

Figura. Anatomía del aparato reproductor femenino. Los órganos del aparato reproductor femenino incluyen el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino y la vagina. El útero tiene una capa muscular externa llamada miometrio y una capa de tejido interno llamada endometrio.
Los cuatro principales subtipos histológicos de cáncer epitelial de ovario son:
-
Carcinoma seroso
éste es el subtipo más común, con cerca del 80% de los casos. Estos cánceres se subdividen a su vez en tumores de alto grado y tumores de bajo grado; los tumores de bajo grado suelen aparecer en mujeres más jóvenes.
-
Mucinoso
este subtipo representa el 7-14% de todos los cánceres epiteliales de ovario.
-
Endometrioide
este subtipo representa alrededor del 10% de las mujeres con cáncer de ovario epitelial.
-
Células claras
alrededor del 5% de las mujeres con cáncer de ovario tiene este subtipo.
La causa exacta del cáncer de ovario se desconoce, pero se han identificado varios factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad. El hecho de tener un factor de riesgo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, pero eso no significa que se vaya a padecer cáncer seguro. De la misma forma, el hecho de no tener un factor de riesgo no significa que nunca se vaya a padecer cáncer.
Los factores de riesgo del cáncer de ovario son los siguientes:
- Tener antecedentes familiares de cáncer de ovario, es decir, tener un familiar de primer grado (madre, hija o hermana) con la enfermedad.
- Tener cambios heredados en los genes BRCA1 o BRCA2.
- Tener endometriosis.
- Inicio temprano de la menstruación y menopausia tardía
- Recibir terapia hormonal posmenopáusica.
- Tener obesidad.
- La edad avanzada es el factor de riesgo más importante para la mayoría de los cánceres. La posibilidad de tener cáncer aumenta con la edad.
La historia familiar juega un papel muy importante para que una mujer desarrolle o no cáncer de ovario. Las mujeres con cáncer de ovario hereditario tienden a desarrollar la enfermedad alrededor de 10 años antes que las mujeres con cáncer de ovario no hereditario.
Mutación en el gen BRCA
Aproximadamente 20% de los cánceres de ovario tienen una mutación del gen BRCA1 o BRCA2, observándose más frecuentemente estas mutaciones en los tumores serosos de alto grado. Hay pruebas que permiten encontrar mutaciones en los genes. Tener una mutación del gen BRCA1 aumenta el riesgo de una mujer para desarrollar cáncer de ovario en un 15%-45%, mientras que una mutación del gen BRCA2 aumenta su riesgo un 10%- 20%
El médico solicitará una prueba de mutación del gen BRCA1 y BRCA2 dependiendo de su historia familiar y en sus antecedentes. Si se averigua que es portadora de una mutación en uno o ambos genes, se le proporcionará un asesoramiento genético, en donde se examinarán sus opciones para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de ovario (u otro tipo de cáncer relacionado con una mutación en estos genes, como el cáncer de mama).
Es posible que el cáncer de ovario, no cause signos ni síntomas tempranos, lo cual dificulta el diagnóstico. Los síntomas se observan más comúnmente en una fase avanzada de la enfermedad y pueden incluir:
- Dolor, hinchazón o sensación de presión en el abdomen o la pelvis.
- Problemas gastrointestinales como indigestión, sentirse llena después de comenzar a comer, distensión abdominal o estreñimiento.
- Necesidad frecuente de orinar.
- Dificultad para comer o sensación de llenura.
- Bulto en el área de la pelvis.
- Sensación de cansancio extremo.
Es importante recordar que estos síntomas son comunes en personas que no tienen este padecimiento y que también pueden ser causados por otras enfermedades.
El diagnóstico de cáncer epitelial de ovario se basa en los resultados de los siguientes exámenes y pruebas:
-
Examen clínico
examen del cuerpo para revisar el estado general de salud e identificar cualquier signo de enfermedad, como masas o cualquier otra cosa que parezca anormal.
-
Análisis de sangre de Ca 125
medirá la cantidad de un marcador denominado CA 125, que es una sustancia que las células liberan en el torrente sanguíneo. A veces una concentración elevada de CA-125 es un signo de cáncer. Aproximadamente en el 50% de las mujeres con un cáncer epitelial de ovario en estadio tempranos se eleva y en cerca del 85% de las mujeres con cáncer en estadio avanzado. Es importante mencionar que el marcador CA 125 no es específico del cáncer epitelial de ovario; y que puede elevarse en personas con otros tipos de cáncer y en enfermedades ginecológicas no malignas.
-
Ultrasonido
Se pasa un transductor conectado a una computadora sobre la superficie del abdomen. El transductor ecográfico hace rebotar ondas de sonido en los órganos y tejidos internos para crear ecos que componen un ecograma (imagen computarizada), lo que le permitirá al médico examinar el tamaño, la forma y otras características específicas de los ovarios.
-
Tomografía computarizada
procedimiento para el que se toma una serie de imágenes detalladas del interior del cuerpo desde ángulos diferentes. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere a fin de que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara.
-
Tomografía por emisión de positrones (PET CT por sus siglas en inglés)
en este se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
-
Resonancia magnética
procedimiento para el que se usan un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo. Este procedimiento también se llama imágenes por resonancia magnética nuclear (IRMN).
-
Biopsia
extracción de una cantidad pequeña de células o tejidos para determinar si hay signos de cáncer. Por lo general, se extrae durante la cirugía para extirpar el tumor.
Las opciones de tratamiento dependerán de los siguientes aspectos:
- El tipo de cáncer de ovario y la cantidad de cáncer presente.
- El estadio de la enfermedad. El estadio (etapa) describe la extensión del cáncer en el cuerpo, en especial indica si el cáncer se diseminó desde donde se formó a otras partes del cuerpo. Es importante saber en qué estadio está el cáncer de cuello uterino para planificar el mejor tratamiento.
- Si el paciente tiene demasiado líquido en el abdomen que le causa hinchazón.
- Si es posible extirpar todo el tumor mediante cirugía.
- Si hay cambios en los genes BRCA1 o BRCA2.
- Edad y estado general de salud del paciente.
El proceso que se utiliza para determinar si el cáncer se diseminó dentro del órgano o a otras partes del cuerpo se llama estadificación.
El estadio (etapa) describe la extensión del cáncer en el cuerpo, en especial indica si el cáncer se diseminó desde donde se formó a otras partes del cuerpo. Es importante saber en qué estadio está el cáncer de cuello uterino para planificar el mejor tratamiento.
La estadificación del cáncer de ovario es la siguiente:
Estadio I
El tumor se limita a los ovarios
El estadio I se divide en los estadios IA, IB y IC.
-
Estadio IA
el tumor se encuentra en el interior de un solo ovario.
-
Estadio IB
el tumor se encuentra en el interior de ambos ovarios.
-
Estadio IC
el tumor se encuentra en el interior de uno o ambos ovarios, y se presenta una de las siguientes situaciones
- El tumor se rompió (se abrió) durante la cirugía.
- La cápsula (revestimiento externo) del ovario se rompió antes de la cirugía, o el cáncer se encuentra en la superficie del ovario.
- Existen células cancerosas en el líquido de la cavidad peritoneal (cavidad del cuerpo que contiene la mayoría de los órganos del abdomen) o en los lavados del peritoneo (tejido que reviste la cavidad peritoneal).

Estadio II
El tumor involucra a uno o ambos ovarios y hay evidencia de cáncer en otros tejidos locales
El estadio II se divide en los estadios IIA y IIB.
-
Estadio IIA
el tumor se diseminó desde donde se formó al útero, las trompas de Falopio o los ovarios.
-
Estadio IIB
el tumor se diseminó desde el ovario a órganos de la cavidad peritoneal (cavidad del cuerpo que contiene la mayoría de los órganos del abdomen).

Estadio III
El tumor involucra a uno o ambos ovarios y se ha diseminado más allá de la pelvis y/o los ganglios linfáticos regionales.
El estadio III se divide en los estadios IIIA, IIIB y IIIC.
-
Estadio IIIA
el tumor involucra los ganglios linfáticos regionales y/o ha comenzado a extenderse a la superficie del peritoneo fuera de la pelvis, como al epiplón (pliegue del peritoneo que rodea el estómago y otros órganos del abdomen).
-
Estadio IIIB
el tumor se diseminó al peritoneo fuera de la pelvis, como al epiplón, y el cáncer en el peritoneo mide 2 cm o menos. Es posible que el cáncer se haya diseminado a los ganglios linfáticos detrás del peritoneo.
-
Estadio IIIC
el tumor se diseminó al peritoneo fuera de la pelvis, como al epiplón, y el cáncer en el peritoneo mide más de 2 cm. Es posible que el cáncer se haya diseminado a los ganglios linfáticos detrás del peritoneo, o a la superficie del hígado o el bazo.

Estadio IV
el tumor se diseminó fuera del abdomen a otras partes del cuerpo
El estadio IV se divide en los estadios IVA y IVB
-
Estadio IVA
se encuentran células cancerosas en el líquido que se acumula alrededor de los pulmones
-
Estadio IVB
el tumor se diseminó a órganos y tejidos fuera del abdomen, incluso a los ganglios linfáticos de la ingle.

Hay diferentes tipos de tratamiento para las pacientes de cáncer epitelial de ovario. El tratamiento dependerá de lo avanzado de la enfermedad y de si la cirugía es o no una opción; del estadio del cáncer, que se habrá definido quirúrgicamente y de la evaluación de riesgos.
Se utilizan tres tipos de tratamiento estándar:
Cirugía
La mayoría de las pacientes se someten a cirugía para extirpar la mayor cantidad posible de tumor. La cirugía es la piedra angular del tratamiento del cáncer epitelial de ovario en estadios iniciales Los diferentes tipos de cirugía son los siguientes:
-
Histerectomía
cirugía para extirpar el útero y, algunas veces, el cuello uterino. Cuando solo se extirpa el cuerpo del útero, se llama histerectomía parcial. Cuando se extirpan el cuerpo del útero y el cuello uterino, se llama histerectomía total.
-
Salpingooforectomía unilateral
cirugía para extirpar un ovario y una trompa de Falopio.
-
Salpingooforectomía bilateral
cirugía para extirpar ambos ovarios y ambas trompas de Falopio.
-
Omentectomía
cirugía para extirpar el epiplón (tejido del peritoneo que contiene vasos sanguíneos, nervios, vasos linfáticos y ganglios linfáticos).
-
Biopsia de ganglio linfático
extracción total o parcial de un ganglio linfático. Un patólogo observa el tejido del ganglio linfático al microscopio para detectar células cancerosas.

Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el que se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación.
La quimioterapia (tratamiento adyuvante) puede a menudo administrarse después de la cirugía, generalmente después de que hayan tenido tiempo de recuperarse del procedimiento. En casos en que la cirugía no sea una opción inicial, se iniciará con quimioterapia (tratamiento neoadyuvante) y de acuerdo a la respuesta se valorará si es posible hacer cirugía.
Terapia dirigida
En la terapia dirigida, se usan medicamentos u otras sustancias que bloquean la acción de enzimas específicas, proteínas y otras moléculas que participan en la multiplicación y diseminación de células cancerosas.
Existen dos tipos de terapias dirigidas que pueden ser utilizadas en el tratamiento del cáncer de ovario, dependiendo de la etapa de la enfermedad, y en algunos casos de la presencia de mutaciones de BRCA,
Los anticuerpos monoclonales son proteínas del sistema inmunitario que se producen en el laboratorio para el tratamiento de enfermedades como el cáncer. Los anticuerpos destruyen las células cancerosas, bloquean su multiplicación o impiden que se diseminen. En el caso particular del cáncer de ovario, el anticuerpo monoclonal que se puede utilizar, se une a una proteína llamada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) y es posible que impida la formación de nuevos vasos sanguíneos que los tumores necesitan para crecer.
Por otro lado, los inhibidores de la poli-(ADP-ribosa)–polimerasa (inhibidores de PARP) son medicamentos de terapia dirigida que impiden la reparación del ADN y es posible que destruyan células cancerosas. Estos se usan como terapias de mantenimiento para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer epitelial de ovario.
Es importante mencionar, que la opción de tratamiento depende del estadio de la enfermedad, de si es candidata a cirugía, si fue posible extirpar el tumor mediante la cirugía, si hay cambios en los genes de BRCA 1/2. Algunas pacientes serán candidatas a tratamiento con terapias dirigidas
Los efectos secundarios más comunes para cada tipo de tratamiento se destacan a continuación.
Quimioterapia
Los efectos secundarios de la quimioterapia varían en función de los fármacos y las dosis utilizadas. Las pacientes que reciben una combinación de diferentes medicamentos de quimioterapia son más propensas a experimentar más efectos secundarios que las que reciben un solo medicamento de quimioterapia.
Algunos de los efectos secundarios más comunes causados por la quimioterapia son: cansancio, caída del cabello, tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados, infección, anemia (recuentos bajos de glóbulos rojos), náuseas y vómitos, cambios en el apetito, estreñimiento, diarrea, problemas en boca, lengua y garganta como úlceras (llagas) y dolor al tragar, problemas en músculos y nervios como entumecimiento, hormigueo y dolor, cambios en la piel y las uñas, como sequedad y cambio de color, cambios urinarios y problemas renales, cambios en el peso, efecto del quimiocerebro que puede afectar la capacidad para concentrarse y enfocarse, cambios en el estado de ánimo, cambios en el deseo y la función sexual Y problemas de fertilidad
La mayoría de los efectos secundarios de la quimioterapia son temporales y pueden controlarse con medicamentos o a través de cambios en el estilo de vida. Su médico la ayudará a controlarlos.
Terapias dirigidas
Algunos de los efectos secundarios que ocurren en pacientes tratadas con terapias dirigidas son similares a los efectos secundarios de la quimioterapia, e incluyen los efectos), en la médula ósea (por ejemplo, neutropenia, anemia o trombocitopenia), en el sistema gastrointestinal (por ejemplo, diarrea, vómitos o náuseas) o efectos más generales como la fatiga. Sin embargo, pueden presentarse algunos efectos secundarios inusuales, tales como problemas de la piel (por ejemplo, erupción cutánea, piel seca, cambios en las uñas o decoloración) e hipertensión (presión arterial alta). Muchos de los efectos secundarios derivados de las terapias dirigidas pueden controlarse eficazmente, por lo que es importante comentarlos con su médico.
Durante el tratamiento, se harán revisiones y pruebas de seguimiento. Es posible que se repitan algunas de las pruebas que se usaron para determinar el estadio del cáncer de cervicouterino; para saber si el tratamiento está funcionando, Los resultados de estas pruebas sirven para tomar decisiones sobre el tratamiento, si hay que continuarlo, interrumpirlo o cambiarlo.
Tras haberse completado el tratamiento, los médicos propondrán un seguimiento que consiste en consultas regulares que tienen el objetivo de: detectar una posible reaparición en una etapa temprana, evaluar complicaciones relacionadas con el tratamiento y tratarlas, proporcionar apoyo psicológico e información para mejorar su vuelta a la vida normal.
Las personas que tienen respuesta al tratamiento, por lo general necesitan hacerse pruebas de seguimiento cada 3 o 4 meses durante los primeros 2 años y luego a controles médicos cada 6 meses. Durante estas citas, lo normal será que se le realicen un examen clínico, una tomografía computarizada y un análisis de sangre para medir los niveles de una sustancia llamada CA 125.
El cáncer que vuelve a aparecer recibe el nombre de recidiva. El tratamiento que se le propondrá dependerá de la extensión de la enfermedad, así como cuanto tumor vuelve a aparecer.
Bibliografía
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Cáncer de vagina
El cáncer de vagina se origina cuando las células que se encuentran en la vagina comienzan a crecer en forma descontrolada. La vagina comienza desde el cuello uterino (la parte más baja del útero) y se abre en la vulva (los genitales externos de la mujer). El cáncer de vagina no es frecuente.

Figura. Anatomía del aparato reproductor femenino. Los órganos del aparato reproductor femenino incluyen el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino y la vagina. El útero tiene una capa muscular externa llamada miometrio y una capa de tejido interno llamada endometrio.
Existen dos tipos principales del cáncer de vagina:
-
Carcinoma de células escamosas
se forma en las células delgadas y planas que revisten el interior de la vagina. Se disemina de forma lenta y es el tipo más común de cáncer de vagina.
-
Adenocarcinoma
comienza en las células glandulares de la superficie de la vagina. Las células glandulares en el revestimiento de la vagina producen y liberan líquidos como el moco.
-
Otros tipos son
el melanoma vaginal, se desarrolla en las células productoras de pigmento de la vagina; y el sarcoma vaginal, el cual se desarrolla en las células del tejido conectivo o células musculares de las paredes de la vagina.
Algunos otros factores de riesgo que se han asociado para el desarrollo de cáncer cervicouterino son:
- Edad avanzada. Tener más de 60 años
- Infección por virus del papiloma humano (VPH)
- Antecedente de exposición a dietilestilbestrol (DES) en el útero de la madre.
- Haberse sometido a una histerectomía por tumores benignos (no cancerosos) o cáncer.
El hecho de tener un factor de riesgo aumenta el riesgo de desarrollar cáncer, pero eso no significa que se vaya a padecer cáncer seguro. De la misma forma, el hecho de no tener un factor de riesgo no significa que nunca se vaya a padecer cáncer.
El cáncer de vagina generalmente no causa molestas en sus inicios. Algunos síntomas que se pueden observar son:
- Sangrado vaginal o secreción que no está relacionado con la menstruación.
- Dolor (vaginal, vulvar, abdominal/pélvico inferior, de espalda o lateral) o durante las relaciones sexuales.
- Dolor al orinar
- Bulto o masa en la vagina
- Estreñimiento
Los siguientes procedimientos se usan para diagnosticar el cáncer de cuello uterino:
-
Examen clínico
examen de la vagina, el cuello uterino, el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el recto. Se introduce un espejo en la vagina y el médico examinan la vagina y el cuello uterino para detectar signos de enfermedad.
-
Prueba de Papanicolau
es el procedimiento para recolectar células de la superficie del cuello uterino y la vagina. Se utiliza un trozo de algodón, un cepillo o una espátula pequeña de madera para hacer un raspado suave y extraer una muestra de las células, las cuales se observan al microscopio para detectar si son anormales.
-
Colposcopia
es un examen que permite a los médicos observar la vagina y el cuello uterino detalladamente, utilizando una lupa grande. Consiste en la colocación de un espejo o espéculo (instrumento médico que se usa para separar las paredes de la vagina y examinar su interior), para abrirla con delicadeza y observar la vagina
-
Biopsia
se obtiene una pequeña muestra de tejido de la vagina para que un patólogo lo observe al microscopio y determine si hay la presencia de células cancerosas.
Además del examen clínico, es posible usar las siguientes pruebas y procedimientos para determinar la extensión del cáncer de vagina:
Pruebas con imágenes
-
Radiografía del tórax
en esta prueba se toma una radiografía de los órganos y huesos del interior del tórax. Un rayo X es un tipo de radiación de energía intensa que puede atravesar el cuerpo y plasmarse en una película que muestra una imagen de áreas del interior del tórax.
-
Tomografía computarizada
se toma una serie de imágenes de rayos X detalladas del interior del cuerpo desde diferentes ángulos. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere para que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara.
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Imágenes por resonancia magnética
en esta prueba se usan un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo.
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Tomografía por emisión de positrones (PET CT por sus siglas en inglés)
se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. El escáner de la PET CT rota alrededor del cuerpo y crea imágenes de los lugares del cuerpo que usan la glucosa. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
-
Cistoscopia
en esta prueba se observa el interior de la vejiga y la uretra para detectar áreas anormales. Se introduce un cistoscopio a través de la uretra hasta la vejiga. El cistoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. A veces también tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio a fin de detectar signos de cáncer.
-
Sigmoidoscopia
en esta prueba se observa el interior del recto y el colon sigmoide (inferior) para detectar áreas anormales. Se introduce un sigmoidoscopio a través del recto hasta el colon sigmoide. El sigmoidoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. A veces tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio a fin de detectar signos de cáncer.
Su tratamiento dependerá de la estadificación de su cáncer y de la evaluación del riesgo. El proceso que se usa para determinar la extensión del cáncer en el cuerpo se llama estadificación.
El estadio (etapa) describe la extensión del cáncer en el cuerpo, en especial indica si el cáncer se diseminó desde donde se formó a otras partes del cuerpo. Es importante saber en qué estadio está el cáncer de cuello uterino para planificar el mejor tratamiento.
ESTADIFICACIÓN DE VAGINA
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ETAPA I
el cáncer se encuentra solo en la pared de la vagina.
-
ETAPA II
el cáncer se diseminó a través de la pared de la vagina al tejido que la rodea. El cáncer no se ha diseminado a la pared de la pelvis.
-
ETAPA IIB
El cáncer está creciendo en la pared pélvica, y/o ha crecido en el tercio inferior de la vagina, y/o ha bloqueado el flujo de orina (hidronefrosis), causando que los riñones no funcionen. El cáncer se ha diseminado hacia los ganglios linfáticos.
-
Estadio IV
el cáncer se extiendió más allá de la pelvis o ha afectado clínicamente a la mucosa de la vejiga y/o el recto; o a otras partes del cuerpo. Se divide en etapa IVA y IVB
- Estadio IVA: el cáncer se ha extendido hacia la vejiga o al recto o está creciendo fuera de la pelvis.
- Estadio IVB: el cáncer se ha propagado a órganos distantes, como a los pulmones, el hígado o a los huesos).
Hay diferentes tipos de tratamiento para el cáncer de vagina. El tratamiento dependerá del tamaño, localización y estadio del tumor, así como de su estado general de salud y su estado físico
CIRUGÍA
Para el tratamiento del cáncer de vagina se utilizan los siguientes tipos de cirugía:
-
Escisión local amplia
procedimiento quirúrgico para extirpar el cáncer y parte del tejido normal que lo rodea.
-
Vaginectomía
cirugía para extirpar toda la vagina o una parte de esta. A veces los injertos de piel de otras partes del cuerpo son necesarios para reconstruir la vagina.
-
Histerectomía total
cirugía para extirpar el útero, incluso el cuello uterino. Cuando el útero y el cuello uterino se extirpan a través de la vagina, la cirugía se llama histerectomía vaginal.

Figura de Histerectomía. En una histerectomía total, se extirpan el útero y el cuello uterino. Estos procedimientos se realizan mediante una incisión transversal baja o una incisión vertical.
-
Disección de ganglio linfático
cirugía para extirpar ganglios linfáticos; este procedimiento también se llama linfadenectomía. Si el cáncer está en la región superior de la vagina, es posible que se extirpen los ganglios linfáticos de la pelvis. Si el cáncer está en la parte inferior de la vagina, es posible que se extirpen los ganglios linfáticos de la ingle.
Una vez que el médico extirpa todo el cáncer visible en el momento de la cirugía, es posible que algunas pacientes reciban radioterapia después de la cirugía para destruir cualquier célula cancerosa que quede.
RADIOTERAPIA
En la radioterapia, se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir su multiplicación al dañar su ADN. Los dos tipos principales de radioterapia son la radioterapia externa y la radioterapia interna (braquiterapia
-
Radioterapia externa
En este tipo de radioterapia, se usa una máquina que envía la radiación desde el exterior del cuerpo hacia el área en la que se encuentra el cáncer. También se llama radioterapia de haz externo.
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Radioterapia interna
En este tipo de radioterapia, se usa una sustancia radiactiva sellada en agujas, semillas, alambres o catéteres que se colocan directamente en el cáncer o cerca de este. También se llama braquiterapia.
La forma en que se administra depende del tipo y estadio del cáncer de vagina. La radioterapia se puede utilizar para tratar el cáncer de vagina y, en ocasiones, también se usan como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
QUIMIOTERAPIA
La quimioterapia se puede utilizar para tratar a algunas pacientes con cáncer de vagina y como tratamiento paliativo en la enfermedad metastásica.
En la quimioterapia, se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Se puede administrar sola o combinada con otros tratamientos. Es posible usar combinaciones de estos medicamentos.
La quimiorradioterapia es una combinación de quimioterapia y radioterapia. La quimioterapia destruye las células cancerosas y la radioterapia utiliza radiación ionizante para dañar el ADN de las células cancerosas, causando su muerte. La quimiorradioterapia para el cáncer de vagina consiste en la administración de radioterapia y al mismo tiempo que se administra un ciclo de quimioterapia
Los efectos secundarios más frecuentes para cada tipo de tratamiento se destacan a continuación:
Cirugía
Después de la cirugía del cáncer de vagina, puede que experimente sangrado vaginal escaso, lo que puede durar de unos pocos días a unas pocas semanas. Pueden presentar dolor en el sitio de la cirugía. Es importante recobrar la fuerza del suelo pélvico después de la cirugía para prevenir efectos secundarios como la pérdida del control de la vejiga, la disminución de la satisfacción sexual y la fuerza abdominal deficiente.
Su médico podrán aconsejarla acerca de los ejercicios del suelo pélvico que puede realizar y cuándo deberá comenzar a realizarlos después de la cirugía.
Radioterapia
Los efectos secundarios comunes de la radioterapia incluyen fatiga, irritación de la piel, inflamación de la vejiga, sangrado vaginal, sequedad vaginal y diarrea. La radioterapia también puede causar linfedema y alteraciones permanentes en la piel, incluyendo endurecimiento de la piel y rotura de vasos sanguíneos. Los principales efectos secundarios asociados con la braquiterapia afectan al cuello uterino y a la pared de la vagina, provocando con mayor frecuencia irritación de la vagina y de la vulva, sequedad vaginal y la sensación de una vagina menos flexible y/o más corta.
Es importante consultar a su médico de sus síntomas, para ayudar a controlar los síntomas.
Quimioterapia
Los efectos secundarios de la quimioterapia varían en función de los fármacos y las dosis utilizadas. Las pacientes que reciben una combinación de diferentes medicamentos de quimioterapia son más propensas a experimentar más efectos secundarios que las que reciben un solo medicamento de quimioterapia.
Algunos de los efectos secundarios más comunes causados por la quimioterapia son: cansancio, caída del cabello, tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados, infección, anemia (recuentos bajos de glóbulos rojos), náuseas y vómitos, cambios en el apetito, estreñimiento, diarrea, problemas en boca, lengua y garganta como úlceras (llagas) y dolor al tragar, problemas en músculos y nervios como entumecimiento, hormigueo y dolor, cambios en la piel y las uñas, como sequedad y cambio de color, cambios urinarios y problemas renales, cambios en el peso, efecto del quimiocerebro que puede afectar la capacidad para concentrarse y enfocarse, cambios en el estado de ánimo, cambios en el deseo y la función sexual Y problemas de fertilidad
La mayoría de los efectos secundarios de la quimioterapia son temporales y pueden controlarse con medicamentos o a través de cambios en el estilo de vida. Su médico la ayudará a controlarlos.
Durante el tratamiento, se harán revisiones y pruebas de seguimiento. Es posible que se repitan algunas de las pruebas que se usaron para determinar el estadio del cáncer de vagina; para saber si el tratamiento está funcionando, Los resultados de estas pruebas sirven para tomar decisiones sobre el tratamiento, si hay que continuarlo, interrumpirlo o cambiarlo. Tras haberse completado el tratamiento, los médicos propondrán un seguimiento que consiste en consultas regulares que tienen el objetivo de: detectar una posible reaparición, evaluar complicaciones relacionadas con el tratamiento y tratarlas, proporcionar apoyo psicológico e información para mejorar su vuelta a la vida normal.
Las pacientes que tienen respuesta al tratamiento, por lo general necesitan hacerse pruebas de seguimiento cada 3 o 4 meses durante los primeros 2 años y luego a controles médicos cada 6 meses. Estos incluyen una revisión del estado de salud actual, un examen físico, la evaluación de signos y síntomas de cáncer de vagina recidivante y la verificación de la presencia de efectos tardíos del tratamiento.
Bibliografía
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Cáncer de Vulva
El cáncer de vulva comienza en la vulva, que son los genitales externos que comprenden los (“labios”) internos y externos, el clítoris, la uretra por la que sale la orina, la apertura de la vagina y sus glándulas, así como la zona de piel entre la vagina y el ano. El cáncer de vulva afecta con mayor frecuencia los labios mayores de la vagina. Con menos frecuencia, el cáncer afecta los labios menores de la vagina, el clítoris o las glándulas vaginales.

Figura de la anatomía de la vulva. La vulva comprende las siguientes partes: labios mayores y menores de la vagina, el clítoris (tejido sensible encima de los labios de la vagina), la abertura de la vagina y sus glándulas; y el monte del pubis (área redondeada delante de los huesos púbicos que se recubre de vello en la pubertad).
Alrededor del 90% de los cánceres de vulvar son carcinomas epidermoides; alrededor del 5%, melanomas. Otros son los adenocarcinomas y tumores de células transicionales, adenoides quísticos y carcinomas adenoescamosos; todos se originan en las glándulas de Bartolino. También hay sarcomas y carcinomas basocelulares con adenocarcinoma subyacente.
Algunos otros factores de riesgo que se han asociado para el desarrollo de cáncer de vulva son:
- Edad avanzada.
- Infección por un virus del papiloma humano de riesgo alto (VPH).
- Neoplasia intraepitelial de la vulva (VIN).
- Antecedentes de verrugas genitales.
- Antecedentes de pruebas de Papanicolau anormales.
El cáncer de vulva cuando comienza a formarse por lo general no causa síntomas, lo que complica su detección.
- Comezón crónica (más de 1-2 semanas)
- Piel de aspecto diferente al habitual: de colores diferentes (rojiza, rosada, negra, blanca), así como tonos diferentes (más claros o más oscuros)
- Bulto o protuberancia, que puede ser de color rojo, rosa o blanco, y puede tener una
- Superficie verrugosa o en carne viva
- Dolor o ardor
- Sangrado o flujo no relacionado con el período menstrual normal
- Úlcera o llaga abierta (especialmente si dura un mes o más)
- Crecimientos en forma de coliflor
Para diagnosticar el cáncer de vulva, se utilizan pruebas para examinar la vulva.
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Exámen pélvico
examen de la vagina, el cuello uterino, el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y el recto.
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Colposcopia
es un exámen que permite a los médicos observar el cuello uterino detalladamente, utilizando una lupa grande. Consiste en la colocación de un espéculo (instrumento médico que se usa para separar las paredes de la vagina y examinar su interior), para abrirla con delicadeza y observar el cuello uterino.
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Biopsia
se obtiene una muestra de tejido de la vulva para que un patólogo lo observe al microscopio y determine si hay la presencia de células cancerosas.
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Tomografía computarizada
se toma una serie de imágenes de rayos X detalladas del interior del cuerpo desde diferentes ángulos. Se inyecta un tinte en una vena o se ingiere para que los órganos o los tejidos se destaquen de forma más clara.
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Imágenes por resonancia magnética
en esta prueba se usan un imán, ondas de radio y una computadora a fin de crear una serie de imágenes detalladas de áreas del interior del cuerpo.
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Tomografía por emisión de positrones (PET CT por sus siglas en inglés)
se inyecta en una vena una cantidad pequeña de glucosa (azúcar) radiactiva. El escáner de la PET CT rota alrededor del cuerpo y crea imágenes de los lugares del cuerpo que usan la glucosa. Las células de tumores malignos se ven más brillantes en la imagen porque son más activas y absorben más glucosa que las células normales.
Es posible que se usen las siguientes pruebas y procedimientos durante el proceso de estadificación:
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Pielograma intravenoso
Se trata de una radiografía del sistema urinario que se toma tras inyectar un medio de contraste especial en una vena. Serie de radiografías de los riñones, los uréteres y la vejiga para determinar si el cáncer se diseminó a estos órganos.
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Cistoscopia
en esta prueba se observa el interior de la vejiga y la uretra para detectar áreas anormales. Se introduce un cistoscopio a través de la uretra hasta la vejiga. El cistoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar. A veces también tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio a fin de detectar signos de cáncer.
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Proctoscopia
en esta prueba se observa el interior del recto y el ano con un proctoscopio y verificar si hay áreas anormales. Un proctoscopio es un instrumento delgado en forma de tubo, con una luz y una lente para observar el interior del recto y el ano. A veces tiene una herramienta para extraer muestras de tejido que se observan al microscopio para detectar signos de cáncer.
Su tratamiento dependerá de la estadificación de su cáncer y de la evaluación del riesgo. El proceso que se usa para determinar la extensión del cáncer en el cuerpo se llama estadificación.
Las opciones de tratamiento dependerán de los siguientes aspectos:
- Si el cáncer se ha diseminado hasta áreas cercanas o a otras partes del cuerpo.
- Si el cáncer se diseminó a los ganglios linfáticos.
- Si el cáncer recién se diagnosticó o recidivó (volvió).
El proceso que se utiliza para determinar si el cáncer se diseminó dentro del órgano o a otras partes del cuerpo se llama estadificación.
El estadio (etapa) describe la extensión del cáncer en el cuerpo, en especial indica si el cáncer se diseminó desde donde se formó a otras partes del cuerpo. Es importante saber en qué estadio está el cáncer de cuello uterino para planificar el mejor tratamiento.
La estadificación del cáncer de vulva es la siguiente:
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Estadio I
El tumor se limita a la vulva o al perineo, la zona entre el ano y la vulva. El estadio I se divide en los estadios IA y IB.
- Estadio IA: el tumor mide 2 cm o menos, y se diseminó 1 mm o menos dentro del tejido de la vulva. El cáncer no se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
- Estadio IB, el tumor mide más de 2 cm o se diseminó más de 1 mm dentro del tejido de la vulva. El cáncer no se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
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Estadio II
El tumor se ha diseminado a la uretra, el ano o la vagina.
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Estadio III
El tumor se ha diseminado a los ganglios linfáticos.
El estadio III se divide en los estadios IIIA, IIIB y IIIC.
- Estadio IIIA: se encuentra cáncer en ganglios linfáticos de la ingle, y estos miden 5 mm o menos.
- Estadio IIIB: se encuentra cáncer en ganglios linfáticos de la ingle, y estos miden más de 5 mm.
- Estadio IIIC: se encuentra cáncer en ganglios linfáticos de la ingle y se diseminó a la cubierta externa de los ganglios linfáticos.
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Estadio IV
El tumor se ha diseminado más allá de la vulva hacia otras partes del cuerpo.
El estadio IV se divide en los estadios IVA y IVB.
- Estadio IVA: el cáncer está adherido al hueso de la cadera o se diseminó a ganglios linfáticos de la ingle que están fijos o ulcerados.
- Estadio IVB: el cáncer se diseminó fuera de la pelvis a partes del cuerpo alejadas del tumor.
Hay diferentes tipos de tratamiento para las pacientes con cáncer de vulva.
Se utilizan los siguientes tipos de tratamiento: Cirugía, Radioterapia, Quimioterapia
CIRUGÍA
La cirugía es el tratamiento más común para el cáncer de vulva.
El objetivo de la cirugía es extraer todo el cáncer de vulva sin afectar la función sexual de la mujer. Para el tratamiento del cáncer de vulva, se utiliza uno de los siguientes tipos de cirugía:
- Escisión local amplia: procedimiento quirúrgico para extirpar el cáncer y parte del tejido normal que lo rodea.
- Escisión local radical: procedimiento quirúrgico para extirpar el cáncer y una gran cantidad del tejido sano que lo rodea. A veces también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos de la ingle.
- Vulvectomía: procedimiento quirúrgico para extirpar una parte de la vulva o toda la vulva.
- Vulvectomía radical modificada: cirugía para extirpar la mayor parte de la vulva. A veces también se extirpan los ganglios linfáticos cercanos.
- Vulvectomía radical: cirugía para extirpar toda la vulva. También se extirpan los ganglios linfáticos cercanos.
Después de que el médico extirpa todo el cáncer visible en el momento de la cirugía, algunas pacientes reciben quimioterapia o radioterapia para destruir cualquier célula cancerosa que quede.
Radioterapia
La radioterapia se utiliza para tratar a algunas pacientes con cáncer de vulva y también se puede utilizar para tratar algunos síntomas de la enfermedad metastásica En la radioterapia, se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para destruir células cancerosas o impedir su multiplicación al dañar su ADN. Los dos tipos principales de radioterapia son la radioterapia externa y la radioterapia interna (braquiterapia). Ambos tipos de radioterapia se usan para tratar el cáncer de cuello uterino. En ocasiones, se usan como terapia paliativa para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida en personas con cáncer de cuello uterino avanzado.
Quimioterapia
La quimioterapia se puede utilizar para tratar a algunas pacientes con cáncer de vulva y como tratamiento paliativo en la enfermedad metastásica.
En la quimioterapia, se usan medicamentos para interrumpir la formación de células cancerosas, ya sea mediante su destrucción o al impedir su multiplicación. Se puede administrar sola o combinada con otros tratamientos. Es posible usar combinaciones de estos medicamentos.
Durante el tratamiento, se harán revisiones y pruebas de seguimiento. Es posible que se repitan algunas de las pruebas que se usaron para determinar el estadio del cáncer de cervicouterino; para saber si el tratamiento está funcionando, Los resultados de estas pruebas sirven para tomar decisiones sobre el tratamiento, si hay que continuarlo, interrumpirlo o cambiarlo.
Tras haberse completado el tratamiento, los médicos propondrán un seguimiento que consiste en consultas regulares que tienen el objetivo de: detectar una posible reaparición en una etapa temprana, evaluar complicaciones relacionadas con el tratamiento y tratarlas, proporcionar apoyo psicológico e información para mejorar su vuelta a la vida normal.
Las pacientes que tienen respuesta al tratamiento, por lo general necesitan hacerse pruebas de seguimiento cada 3 o 4 meses durante los primeros 2 años y luego a controles médicos cada 6 meses. Durante estas citas, una revisión del estado de salud actual, un examen físico, la evaluación de signos y síntomas de cáncer recidivante y la verificación de la presencia de efectos tardíos del tratamiento.
Bibliografía
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