Efectos comunes del tratamiento con radioterapia
La mayoría de los efectos secundarios de la radioterapia se limitan a la zona tratada.
Los efectos secundarios a corto plazo suelen ser temporales, leves y tratables. Por lo general, aparecen en la segunda o tercera semana del tratamiento y pueden persistir durante algunas semanas luego de la última dosis de radiación, y tienden a desaparecer tras un mes de finalizada la radioterapia.
El efecto adverso a corto plazo que más mencionan las y los pacientes después de recibir radioterapia es la fatiga. Esta suele ser leve a moderada, y es diferente para cada paciente. Es posible poder seguir haciendo todas las actividades diarias habituales o algunas de ellas.
Los efectos secundarios a largo plazo de la radioterapia pueden aparecer en los tejidos sanos de la zona
irradiada. Con la planificación de tratamiento y tecnologías optimizadas, los efectos secundarios graves
a largo plazo son infrecuentes.
Los riesgos de efectos secundarios a largo plazo dependen de la zona
que recibe radiación y la dosis administrada.
Importante mencionar que no todos los pacientes que reciben radioterapia presentan síntomas en relación al tratamiento o estos son significativos. Esto no se traduce a una menor efectividad del tratamiento, ni quiere decir que el tratamiento no haya sido aplicado en la forma indicada.
Sitios
Actualmente gracias a los avances tecnológicos en radioterapia a mama y a los fraccionamientos utilizados, los efectos adversos se presentan con poca frecuencia.
El más frecuente es la radiodermitis, que aparece generalmente durante los últimos días del tratamiento. Se manifiesta como enrojecimiento, irritación y descamación de la piel. Generalmente cede en 1–2 semanas con tratamiento tópico.
Puede haber dolor leve, tipo punzante, en la región irradiada.
Cuando también se irradian ganglios axilares y supraclaviculares, puede aparecer esofagitis, con dolor leve al tragar o sensación de atoramiento.
Comente cualquier molestia con su médico radiooncólogo para valoración y manejo.
Puede causar esofagitis, disfagia y odinofagia: dolor al tragar o sensación de atoramiento.
También puede presentarse tos leve por neumonitis (10% de los pacientes).
Consulte a su médico radiooncólogo ante cualquier síntoma.
Los efectos agudos comunes incluyen diarrea, náuseas y vómitos, por cercanía con órganos pélvicos.
Pueden presentarse síntomas urinarios: disuria o urgencia urinaria.
Dolor abdominal tipo cólico y molestias vaginales o vulvares (dolor, ardor, comezón, radiodermitis).
Ante síntomas, consulte a su médico radiooncólogo.
Efectos comunes: fatiga, pérdida de peso y úlceras bucales, boca seca, dolor al tragar.
Puede haber radiodermitis, pérdida de cabello facial, hinchazón facial/cuello y, menos frecuente, cambios en la voz o necesidad de tubo de alimentación.
Algunas combinaciones con quimioterapia pueden causar zumbido o disminución de audición.
Efectos gastrointestinales: diarrea, distensión y dolor abdominal leves.
Genitourinarios: frecuencia urinaria, disuria, nicturia (orinar de noche), incontinencia.
En raros casos: hematuria (sangre en la orina) o rectorragia (sangrado rectal).
Puede causar diarrea, náusea, vómito, disfagia, pérdida de apetito y peso.
En tumores de recto o canal anal: disuria, urgencia urinaria y radiodermitis en región glútea, ingles y genitales externos.
Radiodermitis en el área tratada, con irritación, picazón o descamación.
Puede haber edema, endurecimiento o rigidez articular cercana al área tratada.
Dependen de la dosis y volumen cerebral irradiado.
Puede aparecer: fatiga, pérdida de cabello, cefalea, náusea, vómito, o síntomas neurológicos previos exacerbados.